martes, 4 de marzo de 2014

Oracion sioux


OH GRAN ESPÍRITU, CUYA VOZ OIGO EN EL VIENTO
Y CUYO RESPIRO DA VIDA A TODO EL UNIVERSO.
ÓYEME , SOY PEQUEÑO Y DÉBIL, UNO DE TUS MUCHOS HIJOS.
DÉJAME PASEAR EN LA BELLEZA Y PERMÍTEME QUE MIS OJOS SIEMPRE PUEDAN CONTEMPLAR EL ROJO Y EL PÚRPURA DE LA PUESTA DE SOL.
HAZ QUE MIS MANOS RESPETEN LAS MUCHAS COSAS QUE TUS HAS CREADO Y AGUDIZA MIS OÍDOS PARA OÍR TU VOZ.
HAZME SABIO PARA COMPRENDER TODAS LAS LECCIONES QUE TU HAS ESCONDIDO DETRÁS DE CADA HOJA Y DE CADA ROCA.
DAME FUERZA NO PARA SER MÁS FUERTE QUE MI HERMANO SINO PARA LUCHAR CONTRA MI PEOR ENEMIGO: YO MISMO.
Y HAZME SIEMPRE LISTO PARA IR ANTE TI CON LAS MANOS LIMPIAS Y LA MIRADA RECTA PARA QUE CUANDO LA LUZ SE DESVANEZCA COMO SE DESVANECE LA PUESTA DE SOL MI ESPÍRITU PUEDA LLEGAR ANTE TI SIN NINGUNA VERGÜENZA..

¿ Que pensaban los indios sobre...?

Sobre la Valentía

Ni siquiera los peores enemigos del Indio —aquellos que lo acusan de traición, sed de sangre, crueldad y lujuria— han negado su valentía, aunque en sus mentes se trate de una valentía ignorante, brutal y fantástica. Su propia concepción de bravura la convierte en una virtud altamente moral, pues para él no consiste en fuerza agresiva sino en autocontrol absoluto. Nosotros sostenemos que el hombre verdaderamente valiente no se rinde ante el miedo o el enojo, el deseo o la agonía; él es amo de sí mismo en todo momento; su valentía se eleva a las alturas de la caballerosidad, el patriotismo y el verdadero heroísmo.

"No permitas que el frío, el hambre, el dolor, o el miedo a ellos, o que los dientes erizados del peligro o las mismísimas mandíbulas de la propia muerte, eviten que hagas una buena acción", le dijo un viejo jefe a un explorador que estaba a punto de partir en busca del búfalo a mitad del invierno para aliviar el hambre de su gente.


Los blancos sólo contaron un lado. Lo dijeron para complacerse a sí mismos. Dijeron mucho que no es verdad. Sólo sus propias acciones buenas, sólo las peores acciones de los Indios ha contado el hombre blanco.
Lobo Amarillo de los Nez Percés, 1879

¿ Que pensaban los indios sobre...?

Sobre el Silencio

El primer Americano mezclaba una humildad singular con su orgullo. La arrogancia espiritual era extraña a su naturaleza y enseñanza. Nunca sostuvo que el poder del lenguaje articulado fuese prueba de superioridad sobre la tonta creación. Por otro lado, para él es un don peligroso. El Indio cree profundamente en el silencio, señal de un equilibrio perfecto. El silencio es el balance o equilibrio absoluto de cuerpo, mente y espíritu. El hombre que mantiene su individualidad siempre calmada y firme ante las tormentas de la existencia —ni una hoja, por así decirlo, se mueve en el árbol, ni una ola en la superficie del reluciente estero— tiene la actitud y conducta de vida ideal en la mente del sabio iletrado.

Si le preguntas "¿Qué es el silencio?", responderá "¡Es el Gran Misterio! ¡El silencio sagrado es Su voz!" Si preguntas: "¿Cuáles son los frutos del silencio?", él dirá: "Son el autocontrol, la verdadera valentía o resistencia, la paciencia, la dignidad y la reverencia. El silencio es la piedra angular del carácter." 

¿ Que pensaban los indios sobre...?



Sobre la Muerte y Reencarnación 

La actitud del Indio hacia la muerte, prueba y trasfondo de la vida, es enteramente compatible con su carácter y filosofía. La muerte no guarda terror para él; la encara con sencillez y perfecta calma, buscando sólo un fin honorable como su último regalo para su familia y sus descendientes. Por ende corteja la muerte en la batalla. Por otro lado, consideraría una desgracia ser muerto en una disputa privada. Si uno está muriendo en casa, es costumbre llevar su cama al exterior conforme se acerca el fin, para que su espíritu pueda marcharse bajo cielo abierto.

Muchos Indios creían que uno podía nacer más de una vez, y había algunos que afirmaban tener pleno conocimiento de una encarnación pasada. También había quienes sostenían conversaciones con algún "espíritu gemelo" nacido en otra tribu o raza.